Concepto y nómina de autores
Pertenecen
a la llamada Generación del 27 un grupo de escritores, conocidos sobre todo por
su obra poética, que nacieron en los últimos años del siglo XIX (Pedro Salinas
en 1891) o en los primeros años del siglo XX (Manuel Altolaguirre). Constituyen
el grupo poético más conocido de la historia de nuestra literatura.
Debe
su nombre esta generación de
escritores a que en 1927 se reunieron para celebrar un homenaje en el Ateneo de
Sevilla al poeta Luis de Góngora, cuando se cumplían trescientos años de su
muerte. Esta es la célebre fotografía que se conserva de ese acto:
Aunque
no cumplen todos los requisitos
exigidos para que se pueda hablar con rigor de una generación literaria (cada
uno tenía un estilo peculiar, no se alzaron contra la generación anterior, es difícil
señalar a un líder…), sí podemos señalar que nacieron en fechas próximas, que eran universitarios y que muchos se dedicaron a la docencia, que
existieron entre ellos relaciones personales muy estrechas, que participaron en
actos colectivos propios… Tanto es así que se les conoce también como la
“Generación de la amistad” (ver siguiente apartado).
Los
autores consagrados de este grupo
son Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Vicente
Aleixandre, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Emilio Prados
y Manuel Altolaguirre (estos dos últimos han sido colocados injustamente en una
segunda fila dentro del grupo). Por otra parte, siempre ausentes en los
manuales están las mujeres del 27, conocidas como las “Sinsombrero”. Entre esas
artistas, cuya obra es decisiva para entender un país que nunca las reivindicó,
destacan en el ámbito literario María Teresa León, Josefina de la Torre, Rosa
Chacel y Ernestina de Champourcín.
La “Generación de la Amistad”
Algunos
de los contactos personales que pronto fraguaron en una amistad verdadera
tienen que ver con los siguientes hechos:
- La Residencia de Estudiantes de
Madrid fue un lugar privilegiado de encuentro: allí viven algunos y allí
acuden otros, atraídos por las tertulias y actividades culturales, en las
que participan también grandes artistas de otras disciplinas, como el
pintor Salvador Dalí o el cineasta Luis Buñuel.
- Entre los actos culturales, destacan los
organizados para el centenario de Góngora en 1927 (el del Ateneo de
Sevilla no fue el único).
- Colaboran en las
mismas revistas, como La Revista de Occidente (creada por
Ortega y Gasset), La Gaceta
Literaria, Litoral (fundada en
Málaga por Altolaguirre y Prados), Carmen
y Lola (publicadas en
Santander por Gerardo Diego), Caballo
Verde para la Poesía (dirigida por Pablo Neruda)…
- Muestra fidedigna de esa conciencia de grupo es la Antología preparada por Gerardo Diego en 1932, en la que incluye un significativo muestrario de la obra realizada hasta esa fecha por los poetas del 27.
El equilibrio entre tradición y
vanguardia
Uno
de los rasgos que más caracteriza la poesía de estos autores es su tendencia al
equilibro entre la tradición y la vanguardia. Recibieron la influencia de las nuevas
tendencias pero sin olvidarse nunca de la tradición, a la que quisieron renovar
y fundir con lo más contemporáneo.
Su
gusto por las formas métricas y los
temas tradicionales se justifica por la influencia que ejercieron en ellos
las canciones y los romances medievales, los autores del siglo de Oro (Garcilaso,
Quevedo, Góngora, Lope…), pero también Bécquer o autores contemporáneos como
Juan Ramón Jiménez o Machado. A ello se debe que escribieran romances, coplas,
canciones… (por influencia de la literatura popular), pero también poemas cultos como sonetos (por
influencia de la lírica culta) y que abordaran temas clásicos como el amor, la
naturaleza, la muerte…
Por
otro lado, la mayoría de ellos están también muy influenciados por las vanguardias artísticas que se
desarrollaron en Europa en los primeros años del siglo XX y que defendían el
irracionalismo, el subjetivismo, la experimentación… La que más influye en los
poetas del 27 es el Surrealismo, aunque también hay otras cuya huella se
advierte en algunos autores concretos (el Futurismo en Salinas, el Creacionismo
en Gerardo Diego…). En general, podemos señalar como rasgos propios de la
influencia vanguardista: el uso del verso libre o del versículo amplio, la
disposición peculiar de los versos, la ausencia de signos de puntuación, el
empleo de metáforas visionarias (donde se ha perdido la relación lógica
existente entre el término real y la imagen), el uso de la acumulación caótica
de imágenes… Con respecto a los temas, los poemas abordan asuntos que nunca
antes había tratado la lírica: Salinas escribe a la bombilla o a la máquina de
escribir, Alberti al billete de tranvía, a un portero de fútbol, a actores… El mundo de lo moderno entra de lleno en la poesía.
Evolución
Primera etapa (hasta 1928). Poesía pura, deshumanizada. Es notable
la influencia de Juan Ramón Jiménez, que los orienta hacia una poesía “pura”,
muy perfecta desde el punto de vista formal pero depurada de toda emoción (por
ello se les tildó de fríos y deshumanizados). También hay en estos inicios una
clara huella de los clásicos y, en concreto, de Góngora, que los llevó a
cultivar estrofas tradicionales y a emplear audaces metáforas.
Segunda etapa (desde 1928 hasta 1931). Comienza a notarse un
cansancio del puro formalismo y se inicia un proceso de rehumanización (pasan a
primer término los sentimientos) que coincide con la irrupción del Surrealismo.
(en el apartado anterior hemos comentado ya cuáles son los rasgos propios de la
influencia surrealista en estos poetas).
Tercera etapa (de 1931
a 1939). Los convulsos tiempos que se viven en España (caída
de la Monarquía, II República, estallido de la Guerra Civil) traen nuevas
inquietudes y los acentos sociales y políticos se incorporan a la poesía. Algunos
poetas, de hecho, adoptaron una concreta militancia política (como Alberti o
Cernuda) y casi todos se mostraron partidarios de la República al estallar la
guerra (salvo Gerardo Diego).
Cuarta etapa (desde el final de la guerra). El grupo se ha roto.
Lorca ha sido asesinado en 1936. Gerardo Diego, Dámaso Alonso y Aleixandre
permanecen en España. Los demás parten a un largo exilio, desde el que escriben
poemas sobre la guerra y sobre la nostalgia de la patria perdida. En España, la
poesía deriva hacia un humanismo angustiado, de tonos existenciales.
Todos
los autores del grupo siguieron en plenitud creadora hasta edad avanzada (el último
en morir fue Alberti a finales de 1999). El Premio Nobel de Literatura de 1977 a Aleixandre fue, en
cierto modo, la confirmación de la importancia de todo un grupo que dio a la lírica
española una nueva Edad de Oro.
DOCUMENTAL
Este
documental de Canal Sur es muy interesante porque, al tiempo que nos hablan de los autores del
27, asistimos a cómo unos jóvenes tratan de hacerles un homenaje a estos poetas
a través de disciplinas artísticas que también se pueden considerar hoy en día “poco
ortodoxas” (el rap y el graffiti).
Algunas
ideas que son importantes en las que se insiste en este documental son:
- Los poetas del 27, en su juventud, quisieron expandir el conocimiento, dar a todos las mismas oportunidades y cambiar el mundo y la concepción del arte que se tenía.
- Eran rompedores, creativos, pioneros… y, sin embargo, nunca dejaron de beber de la tradición, nunca olvidaron sus raíces (andaluzas, en muchos casos) ni se alejaron del pueblo (la poesía estaba entonces mucho más cerca de la gente que ahora).
- Aparte de escribir, hicieron muchas otras cosas: enseñar, pintura, teatro, cine, política, música…
- Imaginaron una sociedad más justa, más libre y más solidaria (asistieron, durante la II República, a muchos cambios que habían anhelado: educación al alcance de todos, igualdad de géneros, voto para las mujeres…).
El
documental plantea una cuestión interesante que ya hemos comentado algún día en
clase: ¿qué es al arte?
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