Este
texto es la célebre “Canción del pirata” de José de Espronceda, autor del
Romanticismo español que desarrolló su obra durante la primera mitad del siglo
XIX. Se trata de un texto perteneciente al género lírico, pues está escrito en
verso y se manifiestan en él los sentimientos del autor. Con respecto al modo
de elocución, podríamos decir que combina la narración (dos primeras estrofas)
con un monólogo del pirata que toma la palabra en el resto del poema.
El
tema de este poema es muy típico del Romanticismo: es un canto a la libertad,
encarnada en este caso en la figura del pirata, que solo se siente feliz y libre
en el mar, donde no está sujeto a leyes ni limitado por fronteras.
Con
respecto a la estructura externa del poema, consta de un total de 106 versos distribuidos en diecisiete estrofas, de
las cuales algunas tienen ocho versos (octavillas), otras tienen seis versos
(sextillas) y las que forman el estribillo tienen cuatro versos (coplas). Según
su número de sílabas, se combinan versos octosílabos y tetrasílabos. Con
respecto a la rima, es consonante excepto en el estribillo, que tiene rima
asonante solo en los versos pares. Es, en definitiva, un poema caracterizado
por la polimetría propia del Romanticismo.
Internamente,
podríamos dividirlo en dos partes en función de lo señalado más arriba: las dos
primeras estrofas son más bien narrativo-descriptivas y nos ubican espacio
temporalmente (descripción del barco, del pirata y su entorno) mientras que el
resto del poema se corresponde con el monólogo del propio pirata, que a su vez podría dividirse en otras partes atendiendo a los subtemas que se desarrollan (valentía del pirata, rechazo de gobernantes y leyes, generosidad del pirata con su tripulación, poco aprecio a la vida...).
La
actitud del autor en el texto es claramente subjetiva, pues trata de
transmitirnos sus sentimientos de rebeldía y sus ansias de libertad
identificándose con un personaje que se sitúa al margen de la sociedad como es
el pirata. Aparte, también tiene una segunda intención puramente literaria: la
de crear belleza y emocionar al lector con sus versos.
El
lenguaje empleado es muy retórico y exaltado, típico también del Romanticismo,
por lo que abundan en él las exclamaciones (“¡Sentenciado estoy a muerte!”) y
las interrogaciones retóricas (“¿Qué es la vida?”), que conceden fuerza
expresiva al poema. Además, se emplean muchos otros recursos literarios con los
que el autor pretende embellecer su expresión. Los más destacados son los
siguientes:
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La personificación de los elementos de
la naturaleza, que cobran fuerza: “en la lona gime el viento”. También está
personificado el barco, al que el pirata se dirige como si fuera una persona: “Navega,
velero mío, sin temor…”.
-
La metáfora del verso 12 con la que
hace referencia a la espuma: “olas de plata y azul”.
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Las hipérboles, muy acordes con la
desmesura propia del Romanticismo: “el barco vuela”, “cien naciones a mis pies”…
-
Los hipérbatos en varios versos en los
que se altera el orden habitual de las palabras posponiendo el sujeto: “han
rendido / sus pendones / cien naciones…”, “Allá muevan feroz guerra / ciegos
reyes”…
-
La aliteración de “r” en las últimas estrofas
en las que el autor intenta imitar la fuerza del mar en la tempestad (“estrépito”, “negro mar”, “bramidos”, “rugir”, “trueno”, “rebramar”, “arrullado”…). En esas estrofas también hay anáfora, polisíndeton y
enumeración.
-
La anáfora y el paralelismo presentes
en el estribillo, en el que también hay elipsis del verbo “ser” en los dos
últimos versos: “Que es mi barco mi tesoro, / que es mi Dios la
libertad, / mi ley la fuerza y el viento; / mi única patria la
mar”.
El
léxico empleado en el poema es bastante sencillo a excepción de algunos
términos relacionados con la navegación y el mar (bajel, bergantín, aquilones…). Abundan los verbos de movimiento en
presente de indicativo (vuela, alza,
navega, viene, vira…) que confieren fuerza y dinamismo al poema. También
hay numerosos rasgos de la primera persona, especialmente determinantes
posesivos (mis pies, mi derecho, mi
valor, mi barco, mi tesoro, mi Dios, mi ley, mi única patria, mi furia, mi
música…), que insisten en el egocentrismo que caracterizaba a los autores
románticos.
En
conclusión, podemos afirmar que este poema es un buen exponente de la poesía
romántica española ya que presenta muchas de sus características: el tema
principal es la libertad, pero también aparecen otros temas muy propios del
Romanticismo como el poco aprecio a la vida, el protagonista es un ser rebelde
y marginal que quiere escapar de las normas sociales (el pirata), la naturaleza
cobra protagonismo y es tan rebelde y dinámica como el propio protagonista (el
mar embravecido) y la ambientación también es romántica (“la luna en el mar
riela”), la evasión espacio-temporal se observa tanto en el personaje elegido
como en los lugares mencionados (Estambul), el poema presenta polimetría (estrofas
de distinto número de versos, versos de distintos número de sílabas, rima
consonante y asonante…) y un lenguaje exaltado y retórico. Personalmente, me parece
un poema lleno de fuerza que expresa muy bien las ganas de ser libres que
tenían los escritores románticos. Es casi un himno, que ha sido musicado por
numerosos intérpretes y que miles de españoles han aprendido de memoria en la
escuela en los últimos ciento ochenta años, pues sigue teniendo vigencia el
mensaje que quiere transmitir: ese deseo que todos hemos experimentado alguna
vez de ser libres y de no tener ninguna atadura, de no estar sometidos a leyes
ni limitados por fronteras de ningún tipo.