En cuanto
acabemos esta semana con la literatura del siglo XVIII (Neoclasicismo), comenzaremos
el estudio de los dos movimientos literarios que se desarrollaron en el XIX: el
Romanticismo y el Realismo. Del primero de ellos ya habéis leído una obra
representativa (algunas de las “Leyendas” de Bécquer). Del segundo, vais a leer
algunos cuentos. Antes de emprender su lectura, sería bueno que tuvieseis en
cuenta cuáles son las características del Realismo (las tenéis explicadas en el
tema 2 de Literatura de vuestro libro de texto):
- Intenta reflejar de la forma más exacta posible la sociedad de la época, a veces con afán de denuncia.
- El narrador suele ser omnisciente.
- Los personajes no son héroes sino figuras representativas de los distintos grupos sociales, incluidos los más desfavorecidos de la sociedad.
- La acción avanza de manera lineal.
- El espacio se corresponde a lugares concretos y reconocibles, y se describe con minuciosidad.
- El lenguaje es sencillo y natural, y abundan los diálogos que reflejan el carácter, la procedencia y el nivel social de los personajes.
- El género más cultivado es la narrativa: se escriben muchos cuentos y novelas.
En el Naturalismo, que es una corriente literaria que se desarrolla ya en los últimos
años del XIX y que lleva al extremo los presupuestos del Realismo, destaca,
además de las características anteriores, la crudeza con la que se describen, con afán crítico, los ambientes más sórdidos, desagradables, violentos… de la sociedad (este rasgo lo advertiréis de modo especial en los cuentos de Pardo
Bazán).
Para
comprender los rasgos de este movimiento, que tanto se diferencia del
Romanticismo, vais a leer estos cinco cuentos, escritos por algunos de
los autores más destacados del movimiento:
“¡Adiós, Cordera!” de Leopoldo Alas Clarín
(nació en Zamora en 1852, pero siempre se sintió profundamente asturiano)
Se trata de
una conmovedora historia sobre dos hermanos asturianos que viven felices en el campo
con su vieja vaca, en la que se denuncia, entre otras cosas, la injusticia
social.
“El indulto” de Emilia Pardo Bazán (nació en
La Coruña en 1851).
Es un relato
estremecedor que trata el tema de la violencia de género y cuya acción
transcurre en Marineda (un nombre inventado por la autora para referirse en su
obra literaria a La Coruña).
“Las medias rojas”, también de Emilia Pardo Bazán.
Otro breve relato, violento y estremecedor, en torno a
los sueños rotos de una joven. En el enlace tenéis todos los Cuentos de la tierra ("Las medias rojas" es el primero de todos ellos).
“Para ser un buen arriero”
de José María de Pereda (nació en Polanco, Cantabria, en 1833)
Es la historia
de un matrimonio de cántabros (de un pueblo de “La Montaña”) que reciben una
herencia que cambiará sus vidas. Consta de seis capítulos y un breve epílogo.
Pertenecería al realismo regional (fíjate en cómo intenta Pereda reproducir la
manera de hablar de los campesinos cántabros de la época).
“El don Juan” de Benito Pérez Galdós (nació
en Las Palmas de Gran Canaria en 1843)
Es un
monólogo que parodia la figura de un donjuán que cuenta en primera persona cómo
es derrotado en una conquista amorosa. Es, de alguna manera, una burla al
Romanticismo precedente.
El examen
sobre los cinco cuentos será el próximo lunes 3 de diciembre.
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