miércoles, 29 de mayo de 2019

Para preparar el examen del próximo lunes: comentario de texto


La puntuación del comentario del poema se repartirá de la siguiente manera:

  • LOCALIZACIÓN (autor, movimiento/generación, época, género literario, forma de expresión) > 0,5 p.
  • TEMA (se debe enunciar mediante una frase breve o sintagma nominal: no debe reducirse al asunto general -por ejemplo, “El tema es el amor”-; hay que concretarlo más) > 0,75 p.
  • ESTRUCTURA EXTERNA (análisis métrico completo: si hay o no estrofas, medida de los versos, tipo de rima si la hay, tipo de estrofa empleada si se conoce…) > 0,5 p.
  • ESTRUCTURA INTERNA (división justificada en partes) > 0,5 p.
  • ANÁLISIS DEL LENGUAJE (caracterización del lenguaje empleado, clases de palabras predominantes, tipos de oraciones, campos semánticos presentes en el poema… y localización de figuras literarias: hay que explicar cómo se relacionan con el contenido, qué expresan, qué efecto produce su uso…) > 1 punto.
  • VALORACIÓN PERSONAL A MODO DE CONCLUSIÓN (explicación de si el poema es representativo de la época o del autor, interpretación personal del poema dando respuesta a cuestiones como las siguientes: ¿te gusta?, ¿por qué?, ¿qué te sugiere o recuerda?, ¿qué sentimientos te transmite?, ¿qué te ha llamado la atención?, ¿crees que el mensaje expresado tiene vigencia en la actualidad? Relaciónalo con vivencias propias, canciones, lecturas, otros autores…) > 0,75 p.

Observaciones:

  • El comentario debe ser un texto estructurado en párrafos (no hay que poner títulos a los apartados, sino escribir un único texto coherente y cohesionado en el que vayáis dando respuesta a cada uno de ellos).
  • Cuidad la presentación: dejad márgenes.
  • Revisad la ortografía y la puntuación. Recordad que los nombres propios se escriben con mayúscula y que los títulos de las obras se subrayan. Debéis escribir entre comillas todos los ejemplos que citéis del poema.
  • Cuidad la expresión: hay que redactar, explicar, comentar… no realicéis ningún apartado de manera esquemática, no empleéis flechas ni otros signos no ortográficos.
Os aconsejo que reviséis esta entrada antigua del blog. Además, aquí os dejo un modelo de comentario realizado a partir del poema “Lluvia o llanto” de Gerardo Diego que leísteis y comentasteis en clase la semana pasada:

COMENTARIO DE “LLUVIA O LLANTO”
Nos encontramos ante un poema escrito por Gerardo Diego, célebre poeta del 27 nacido en Santander en 1896 y fallecido en Madrid en 1987. Su poesía es un buen ejemplo de cómo los autores de esta generación combinaron en sus versos la tradición y la vanguardia. Gerardo Diego obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1925 y entre sus obras más conocidas destacan Manual de espumas y Versos humanos.
El tema de este poema titulado “Lluvia o llanto” es el efecto milagroso que la lluvia produce sobre el paisaje y también sobre el alma del poeta. En concreto, parece que la composición del poema está inspirada en la contemplación del cielo de Galicia en un día lluvioso (pertenece a la obra Ángeles de Compostela, formada por poemas que Gerardo Diego compuso antes de la guerra civil tras un viaje a Santiago, ciudad que le produjo una honda impresión).
Con respecto a la estructura externa, nos encontramos ante un tipo de poema de tradición clásica, como es el soneto, formado por dos cuartetos y dos tercetos de versos endecasílabos y rima consonante. Gerardo Diego fue un gran sonetista, como otros poetas del 27. En este caso, la rima de los cuartetos es la más habitual (ABBA), mientras que la de los cuartetos es menos corriente: CCD EED.
En cuanto a la estructura interna, es decir, de acuerdo con el modo en que se desarrolla el contenido, podríamos dividirlo en dos partes: en los dos cuartetos el poeta describe cómo está de seca y árida la tierra antes de que llueva y cómo empieza el cielo a oscurecer hasta que cae la primera gota; en los dos tercetos, describe cómo la lluvia arrecia ya con fuerza regando la tierra hasta que el cielo vuelve a clarear de nuevo.
Con respecto al lenguaje del poema, está cuidado y, aunque en léxico es sencillo, encontramos abundantes figuras literarias porque casi todas las palabras están cargadas de connotaciones. Los recursos que más se repiten son la personificación y la metáfora, que es el recurso que más emplean los poetas de la generación del 27. En cuanto a la primera, vemos que es habitual que el poeta personifique a distintos elementos de la naturaleza atribuyéndoles cualidades o acciones humanas: por ejemplo, “La tierra está sedienta” (porque está seca y necesita agua), “nubes maternales” (porque están cargadas del agua que da vida) y “bebe la flor” (porque están cayendo sobre ella las gotas de lluvia de las que se nutre). Son metáforas expresiones como “El alma es toda vidrios y arenales” (para expresar cómo se siente antes de que llueva), “lágrima inmensa azul” (porque identifica las gotas de lluvia con lágrimas, algo que ya pone de manifiesto desde el propio título del poema: “Llanto o lluvia”) y “disuélveme el corazón” (para expresar el efecto que produce la lluvia en su estado de ánimo). Otras figuras literarias presentes en el poema son:
  • El apóstrofe, pues al final del poema se dirige directamente a su interlocutor con la expresión “¡oh cielo de Galicia!”. La forma exclamativa y la interjección dotan de emoción al poema.
  • Las reduplicaciones, que consisten en la repetición de varias palabras de forma consecutiva: “llueve, llueve, llueve”, “bebe y bebe”, “azul, azul”. Con estas repeticiones dota de ritmo y musicalidad al poema, además de crear una sensación monótona como la de las gotas de lluvia al caer.
  • Las enumeraciones de elementos, con frecuencia sin nexos entre ellos, dando lugar a asíndeton, también son frecuentes y contribuyen a ralentizar el ritmo del poema: “sedienta, abierta, rota”; “extiende, ofende, acota”, etc.
  • Las sinestesias “dulce delicia” y “amarga sal”, que además dan lugar a una antítesis entre los dos adjetivos y ponen de manifiesto cómo al poeta la lluvia le parece dulce aunque el agua sea salada.
  • También podemos encontrar antítesis en “se rasga el gris y el azul vuelve” porque se contrastan los dos colores del cielo mientras llueve (gris) o cuando la lluvia cesa (azul).
Con respecto al lenguaje, también es llamativo señalar que en el verso 13 el poeta se permite una licencia en la que se advierte la influencia de las vanguardias, pues rompe una palabra al final del verso creando un curioso efecto “Disuélve-me”. Estas disposiciones particulares de los versos son frecuentes en la poesía vanguardista.
Podemos concluir el comentario haciendo una valoración personal del mismo. En este poema Gerardo Diego consigue describir con una expresión original y cargada de recursos literarios el efecto de la lluvia sobre el paisaje incidiendo en la capacidad asombrosa que tiene de dar vida (“el milagro es hecho”). Además, expresa también los sentimientos que le produce la contemplación de la lluvia (“disuélve-me el corazón”), proyectando continuamente sus emociones en el cielo de Galicia y también en sus tierras. Aunque el poeta identifica desde el título la acción de llover con la de llorar (identificación que continúa cuando metafóricamente se refiere a las gotas de lluvia como “lágrimas inmensas, azules”), el sentimiento que se asocia a la lluvia no es realmente negativo, pues el poeta considera que es vital y necesaria, por lo que la ensalza calificándola de “milagro” y de “dulce delicia”, además de insinuar que con la lluvia se disuelven también las penas de su corazón. Todos los habitantes del norte de España sabemos reconocer ese sentimiento ambivalente que nos provoca la lluvia, pues, aunque a veces nos quejemos de su presencia, a ella le debemos sin duda el verdor de nuestro paisaje. Además, el poema transmite muy bien la melancolía y la belleza que desprende el cielo antes y después de la lluvia, cuando por fin retorna el azul, pues después de la tormenta siempre llega la calma, y el sol, haya pasado lo que haya pasado, vuelve a salir con fuerza.



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